El sistema nervioso de la mosca podría ayudar a mejorar el diseño de las redes inalámbricas, según sugiere un estudio de la Universidad de Carnegie Mellon en Pittsburgh (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Science'. Los investigadores se han inspirado en la forma en la que la mosca de la fruta organiza sus diminutas estructuras similares a los pelos para sentir y escuchar el mundo para mejorar el diseño de aplicaciones de computación distribuidas.